Aunque el término parece inicialmente un hecho biológico, esconde diferentes atribuciones que definen el grado de madurez de diferentes maneras. En este sentido, tiene sentido hablar de diferentes construcciones del adulto, que pueden describirse y compararse. Se puede distinguir entre grados de madurez biológico-médicos, jurídicos y políticos, pero también filosóficos, sociológicos y educativos. Por tanto, lo que es exactamente un adulto depende siempre de la perspectiva desde la que se mire al adulto. La edad adulta es, por tanto, un término que depende del tiempo y del contexto y que se define también por su relación con otras edades, especialmente la infancia y la juventud. Al igual que la infancia ha cambiado a lo largo de la historia, la condición de adulto también tiene una génesis histórica.